Nos quieren calladas, explotadas, invisibles, precarias, sumisas, culpables, incluso asesinadas. Pero no nos callamos. Este 8 de Marzo volvemos a llenar las calles porque JUNTAS seguiremos levantándonos en un grito común contra el sistema cisheteropatriarcal, el capitalismo, las desigualdades, la precariedad y las violencias machistas. Y decimos BASTA:
- Por la eliminación de la división sexual del trabajo y la precarización de los sectores tradicionalmente feminizados: Los trabajos más precarizados continúan siendo realizados mayoritariamente por mujeres.
- Por la eliminación de la brecha salarial y la precariedad. Abocadas a las reducciones de jornada, de salario y a la temporalidad, se nos condena al suelo pegajoso, afectando finalmente a nuestras pensiones.
- Por la eliminación de los sesgos de género en la salud laboral. Nosotras también tenemos derecho a puestos de trabajo dignos, adaptados y seguros.
- Por la derogación de la reforma laboral y las pensiones. Que lejos de asegurarnos condiciones de vida dignas, afianza la precariedad, mantiene contratos basura y nos condena a la pobreza salarial y de pensiones.
- Por terminar con nuestra invisibilización e infrarrepresentación en todos los ámbitos públicos: En los espacios de participación, de decisión, en la cultura, en la ciencia, en el deporte…
- Por la eliminación de las violencias en todas sus manifestaciones: estructural, institucional, judicial, médica, económica… Que ampara el machismo, el racismo, la LGTBI-fobia y el asesinato de miles de mujeres y personas de identidades disidentes.
- Por la eliminación de la ley mordaza. Que reprime la libertad sindical y la libertad de expresión, penalizando los derechos fundamentales de protesta y de manifestación. Recordamos que algunas compañeras continúan siendo reprimidas por su activismo.
- Por la eliminación de la ley de extranjería. Que institucionaliza el racismo, y genera una doble opresión para las mujeres migrantes, empujadas a la marginalidad y a la esclavitud.
- Por la eliminación de las guerras y las consecuencias de la emergencia climática, que causa millones de desplazadas y refugiadas. Utilizándonos a las mujeres, criaturas y personas de diferente orientación e identidad sexual como arma de represión y moneda de cambio.
- Contra el negacionismo de las desigualdades y la violencia machista, y los ataques a nuestra lucha.
Desde CGT reivindicamos y continuamos luchando hoy y siempre por nuestros derechos, por la erradicación del sistema heteropatriarcal, por un feminismo inclusivo y de clase que cambie las conciencias y así avanzar hacia un mundo más justo, igualitario y diverso poniendo en el centro la vida de las personas.