La clase trabajadora, las clases populares, los colectivos sociales más desfavorecidos, mujeres, migrantes, juventud, personas mayores, estudiantes, el pueblo, sufrimos en primera línea la explotación laboral y social, el despojo de los derechos más básicos, la exclusión, la precariedad, la temporalidad, la marginación, el paro… en un sistema capitalista sostenido y gestionado por los gobiernos y políticos profesionales, la patronal, las grandes multinacionales y el sindicalismo institucional que nos vende miserablemente por meras migajas.
Están degradando y recortando todo tipo de derechos laborales, sociales, sindicales y humanos. Hoy tenemos que trabajar más para cobrar menos, tenemos que trabajar más años para tener derecho a una menor pensión pública, nos obligan a firmar contratos en blanco pudiendo despedirnos libremente y sin indemnización, han erradicado el referente de los convenios colectivos que ponían freno a los desmanes y abusos de las empresas.
No podemos seguir soportando que la política económica y antisocial la pacte Zapatero y su gobierno con los grandes empresarios de este país, como si fueron los dueños de nuestras vidas, todo ello sin ninguna legitimidad democrática.
Desde la CGT, los hombres y mujeres decimos no a esta sociedad violenta, machista y agresiva. No a esta sociedad segregadora, racista y xenófoba. No a este sistema consumista y desarrollista que antepone los intereses privados, las plusvalías, la competitividad, la productividad, a los derechos humanos y a la propia vida, que acepta la siniestralidad laboral como algo natural, que nos utiliza a las personas como meras mercancías.
Decimos no a un sistema que censura la libertad de expresión, la libertad de comunicación, la libertad de asociación, que privatiza los servicios públicos, que negocia con las dictaduras, una sociedad a la que se le impone el olvido de su memoria histórica, que no anula las sentencias franquistas, que fundamenta su funcionamiento en el miedo y la represión hacia quienes se oponen y luchan por la dignidad, por la justicia social, por la libertad.
Desde la CGT decimos no a la energía nuclear porque no hay ninguna razón para aceptar el más mínimo riesgo que ponga en peligro la vida del ser humano y el planeta. Decimos no a la guerra como método de resolución de conflictos, no al intervencionismo militar.
Para la CGT es la hora de tomar la palabra y la hora de pasar a la acción para construir un sociedad justa y libre. Es la hora de la movilización social y laboral para que sean los trabajadores y las trabajadoras los protagonistas de su futuro.
VIVA el 1º de MAYO.
Salud y anarcosindicalismo